Decía Woody Allen con cierto sarcasmo: “El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación muy parecida”. Un estudio de Federación de Estudios de Economía Aplicada afirma que quienes gozan de un mayor poder adquisitivo, disponen de más oportunidades para alcanzar sus deseos, por lo que se sienten más felices. De ello hablamos hoy en nuestro Diálogos de actualidad.