Muy pocas personas miran fijamente a los ojos cuando hablan con sus interlocutores. Sin embargo, hay quienes no saben mirar de otro modo, clavando sus ojos de forma directa, franca y honesta. Hay personas que tienen tanto miedo a ser heridas que terminan viviendo a la defensiva. ¿Se puede vivir tras una coraza? Hablamos a partir del artículo «Vivir tras una coraza» en ‘Diálogos para la vida‘.