La capital de Bosnia-Hezergovina, puente entre oriente y occidente, ha sido una ciudad con encanto que ha hecho las delicias de los turistas. La cultura era el aroma que abundaba en la ciudad antes de la desintegración de la antigua Yugoslavia. No obstante, la ciudad tuvo que vivir el horror del Sitio de Sarajevo y la Guerra de Bosnia. ¡Viaja a través de ‘Postales para el Recuerdo‘ con Laura Arribas!