En sus primeros nueve años estuvo inscrito en once escuelas y apenas había pisado un aula. Era un niño de la calle, que durmió en ella y que prácticamente era analfabeto. Michael Oher allí era un niño grande, raro y sin cultura alguna que vagabundeaba por las aulas siempre ataviado con la misma ropa. ¿Por qué llegó a ser un atleta de éxito?