“Mi vida merece la pena ser vivida”. Tales palabras fueron dichas por el actor y defensor de los derechos de las personas con síndrome de Down, Frank Stephen, frente al subcomité de trabajo, salud y servicios humanos y el comité de educación del Senado de Estados Unidos, en relación al aborto y, específicamente, a quienes favorecían esta práctica en fetos diagnosticados con síndrome de Down. Escucha este espacio de “Historias para la vida”, en el que Fernando Díaz dialoga con nuestros contertulios Mateus Rodrigues y Jorge Fernández sobre este impresionante testimonio.