Muchos dicen que la opinión de los demás no les importa. Que ellos viven sus propias vidas y el resto, las suyas. Enarbolan la bandera de la independencia, del amor propio o incluso del egocentrismo. Sin embargo, lo cierto es que buscamos la aprobación de los demás, a veces de manera excesiva. ¿En qué medida dependemos de la aprobación social?